Hemos visto un montón de vídeos en los que envían cosas a la estratosfera, pero lo curioso es que Ron Fugelseth y su hijo de 4 años enviaron el juguete favorito del chaval 18 millas (28,97 km) hacia arriba.
Elevado por un globo meteorológico y acompañado de una cámara de alta definición y un teléfono equipado con GPS, el tren llegó a ver la curvatura de la Tierra y luego fue descendiendo (una hora tardó en subir y 20 minutos en caer) hasta llegar a 27 millas de donde todo empezó.
Parece que el tren se lo pasó genial.
Visto en xakataciencia.
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