domingo, 13 de julio de 2014

25 datos científicos que no son más que conceptos erróneos

Asistimos a las clases de física, química y de biología en la escuela, vemos un montón de películas y documentales, leemos noticias que nos señalan las novedades más recientes de las investigaciones, pero, incluso así, no es nada raro que se nos escape algún dato científico erróneo.



Se trata de datos curiosos sobre diversos aspectos de la ciencia que, por alguna razón misteriosa, se transformaron en verdades y pasaron a ser esparcidas como tales entre las personas. A continuación, te presentamos una selección de 25 datos científicos que ciertamente has dado por hecho, o conoces a alguien que los dio por hecho, pero en realidad son totalmente erróneos, demos un vistazo.1. El Brontosaurus nunca existió.
En una carrera por ver quien encontraba más especies de dinosaurios, paleontólogos del siglo XIX colocaron de forma errónea el hueso de una Camarasaurus en el cuerpo de unApatosaurus creyeron que habían descubierto una nueva especie. El error fue descubierto en el año de 1903, pero sería hasta 1979 que los responsables del museo donde se encontraban los huesos corrigieron el error, siendo que desde 1974 el nombre de Brontosaurus había sido eliminado completamente de los expedientes de la paleontología.

2. Los pterodáctilos no son dinosaurios.

Y no sólo los pterodáctilos,de la misma forma, otro gran número de pterosaurios fueron contemporáneos de los dinosaurios, pero en realidad, eran reptiles voladores.

3. El lado oculto de la Luna, no necesariamente es el más oscuro.

Gracias a la posición del planeta Tierra, la Luna siempre nos muestra una sola cara. Sin embargo, contrario a lo que solemos creer, este lado oculto de nuestro satélite natural recibe la misma cantidad de luz solar que el lado que solemos ver.

4. La Luna no es la única responsable por las mareas.

Es importante recordar que la gravedad del Sol también juega un papel importante sobre las aguas de nuestro planeta.

5. El Sol no se está quemando o ardiendo.



Lo que vemos en fotografías y en representaciones graficas por computadora, en realidad, es un gigantesco proceso químico nuclear en el que el Sol provoca la transformación de los átomos de hidrogeno en helio.

6. La Estrella Polar no es la estrella más brillante que vemos en el cielo.

Dependiendo de la época del año, la Estrella Polar, o Polaris, se clasifica entre la posición 46 y 49 de las estrellas más brillantes, es decir, existen muchas otras que brillan con mayor intensidad que la Estrella del Norte.

7. Las estrellas no centellean.

Contrario a lo que muchos creen, las estrellas no brillan de forma intermitente. En realidad, emiten luz que penetra hasta la atmosfera terrestre donde es distorsionada, por diversos factores como los vientos, hasta que llega a nuestros ojos.

8. Las orcas, conocidas como “ballenas asesinas” no son ballenas.



Por más contradictorio que se escuche la afirmación, las ballenas asesinas son, en realidad, los mamíferos de mayor tamaño pertenecientes a la familia de los delfines.

9. El agua salada no hierve más rápido.

De hecho, cuando se agrega sal al agua, se incremente su punto de ebullición haciendo que el proceso de hervido se atrase aún más.

10. Las gallinas no necesitan de un gallo para poner huevos.

Contrario a lo que muchos creemos, la presencia de un gallo no es un asunto de importancia en la rutina de las gallinas ponedoras. Con o sin la compañía del macho, las hembras continúan poniendo sus huevos de forma normal. El macho es sólo necesario cuando se desea fertilizar esos huevos.

11. El sonido que tradicionalmente asociamos con las águilas, ni siquiera lo producen ellas.


Seguramente has escuchado el sonido que produce un águila en alguna película o documental. Sin embargo, es muy probable que el sonido que escuchaste no corresponda al sonido original del animal. El sonido que tradicionalmente relacionamos con el águila calva (como en el video anterior) es, en realidad, producido por un gavilán colirrojo, otra ave común de América del Norte.



12. Las moscas viven más allá de las 24 horas.

¿Quién nunca escucho eso de que las moscas viven tan sólo 24 horas? Pues, la próxima ocasión en que uno de estos insectos te esté haciendo la vida imposible, recuerda que su tiempo promedio de vida es de entre 20 y 30 días.

13. Los girasoles no se orientan hacia el sol.



Contrario a lo que nos dice la creencia popular, los girasoles no siguen la trayectoria del sol a lo largo del día. Lo que si podemos asegurar es que, generalmente, las flores apuntan hacia el este.

14. Los humanos poseen más de 5 sentidos.

Dependiendo de la definición, es factible afirmar que los seres humanos cuentan con entre 9 y 20 sentidos diferentes. Los expertos que defienden estas afirmaciones consideran que el equilibrio, la aceleración y el poder sentir dolor, por ejemplo, cuentan como otros sentidos.

15. La lengua no está dividida en partes sensoriales distintas.

Probablemente hayas escuchado a alguien explicando que las diversas regiones de nuestra lengua permiten degustar mejor el sabor dulce, salado y ácido de los alimentos. En realidad, la superficie de la lengua está provista de papilas gustativas que pueden sentir todos los sabores – dulce, salado, ácido y amargo – por igual.

16. Las estaciones no se determinan por la distancia entre la Tierra y el Sol.

Realmente, son los 23.4 grados de inclinación de la Tierra los que provocan la variada incidencia del Sol en diversas partes del mundo. La distancia entre los dos cuerpos celestes no tiene la más mínima influencia sobre las estaciones.

17. Un equinoccio no significa que el día y la noche tengan la misma duración.

Contrario a lo que la mayoría piensa, un equinoccio es un punto de referencia para saber el día en que la Tierra se encuentra con su eje exactamente perpendicular hacía el Sol. Dicho fenómeno es nada más que un alineamiento astronómico que sucede tan sólo dos veces al año, y no significa que el día y la noche tengan la misma duración. Realmente, en un equinoccio el día y la noche tienen duraciones más semejantes.

18. Un rayo puede caer varias veces en el mismo sitio.



Un rayo puede, y de hecho cae, más de una ocasión en un mismo lugar. El Empire State Bulding, en los Estados Unidos, es una de las principales construcciones que pueden echar abajo ese mito: el edificio fue alcanzado más de 100 veces tan sólo durante el 2012.

19. Los meteoritos no caen a la Tierra incendiándose.

Una de las ideas más comunes que el cine sembró en nuestra imaginación es que los meteoritos siempre llegan a la Tierra (o a cualquier otro lugar que se encuentre en su ruta) en llamas. Sin embargo, dicha idea no es cierta y la ciencia incluso ha descubiertometeoritos cubiertos de hielo.

20. No existe un producto químico para evidenciar que alguien orinó en el agua.



Alguien ya debió haberte engañado con aquella vieja historia de que existe un producto en el agua que cambia de color si alguien orina en ella. Pues ve sabiendo que dicha información no es verdadera, pero es muy útil para mantener las cosas saludables dentro de una piscina.

21. El alcohol no destruye las células cerebrales.

Pero eso no quiere decir que beber grandes cantidades de alcohol no traerá ningún tipo de perjuicio para el organismo, ¿estamos?

22. El centro de la Tierra no está formado por materia liquida.

Otra vez, por alguna razón desconocida muchas personas creemos que el centro de la Tierra está formado por material líquido. La verdad es que la parte más central de la Tierra está conformada por una densa esfera de hierro y níquel.

23. La mayoría de los diamantes no vienen del carbón.

Es difícil de creer que el mismo material que utilizamos para escribir también se pueda presentar en forma de diamantes en la naturaleza. Pero es bueno recordar que los diamantes de carbón son una minoría, ya que las piedras preciosas se originaron antes que las plantas, por lo tanto, incluso antes que el carbón.

24. Galileo no inventó el telescopio.

A decir verdad, este hombre mejoró de forma drástica el aparato que había sido inventado con anterioridad.

25. Charles Darwin no es el autor de la frase “la supervivencia del más apto”.



La cita que aparece en el capítulo 4 de “El Origen de las Especies” no es más que un préstamo del filósofo inglés Herbert Spencer, autor original de la idea.

¿¿Quién me pone la pierna encima para que no levante cabeza??


El indio en el puticlub


Pit stop

Y dura...













Malas noticias


Vaya cuadrilla


Turquia ese sitio donde vas a comprarte un helado y te llevas un vacile enorme

El brazo de las gallardas