sábado, 27 de abril de 2013

Definiciones







Plan B


Dos mujeres se encuentran por la calle:

- ¿Qué te pasa que estás tan seria?.
- Pues que he mandado a mi marido a por patatas para hacer  la comida y le ha atropellado un coche. Ha muerto.
- ¿Y ahora que vas a hacer?.
- Pues no sé... macarrones.

Cita de M. Luther King


Frank de la Jungla


Otro tonto haciendo experimentos


Noticias


Así se hace la cerveza

Cómo ve mi novia a los perros y cómo los veo yo


Se le preguntó a un niño cuál era su parte favorita de la misa


Muchas de las ocurrencias de los niños son tan ingeniosas que les perdonamos cualquier falta. Sabemos que muchos niños, a edades tempranas, no comprenden todavía los límites entre las faltas de respeto. Además, tienen una desfachatez tan honesta que es encantadora.
En este caso, a un niño se le pidió que dibujara su parte favorita de la misa y se le vino a la mente la salida de la iglesia. En estos sencillos trazos se refleja el sentimiento de muchos, alrededor de todo el mundo. Muchos niños preferirían estar al aire libre, bajo el sol, que encerrado y escuchando un sermón.
Por si fuera poco, el niño acentúa su sentimiento en el semblante enojado de la iglesia. Tal vez deberían sugerirle a ese cura que sea más ligero en su actitud o sus palabras.

Sucedió en Mercadona

Lo que acaba de ocurrir en Mercadona es terrible e ilustra muy bien el estado de las cosas:

En las colas un hombre de mediana edad, sin mala pinta, un padre de familia, con su carrito verde pequeño con dos cartones de leche y varios paquetes de pasta, suplicando por favor una ayuda para pagar unos productos de primera necesidad, no más de cuatro euros seguro. Se me para el corazón ante una situación tan humillante, un hombre hecho y derecho pidiendo para llevar dos bolsitas de macarrones, tomate y leche a su casa. Le comento a los de mi alrededor que si ponemos 50 céntimos cada uno el hombre podrá pagar la cuenta y sus hijos al menos comerán unos días. Hacen como que no existo hasta que digo un me cago en Dios a viva voz y como puedo, intento explicar que esto nos puede pasar a cualquier de nosotros cualquier día. Más silencio. Tan solo una viejita (de las que habrá pasado hambre en la posguerra) y sin decir nada, colabora con un euro, yo pongo tres. El hombre, avergonzado, coge el dinero. Más silencio incómodo en las colas y en las cajas.

Es la victoria de la ideología dominante: no hay pobres, hay "loosers", perdedores.... Inadaptados que no aprovecharon las oportunidades que la mano invisible del mercado puso a su alcance. La pobreza ya no tiene una explicación social y política; responde a la pereza o incompetencia del sujeto. Y nos lo hemos comido con patatas mientras veíamos Sálvame y celebrábamos la victoria de España en el mundial.

Mientras en Grecia, se organizan comedores y huertos populares al margen de las instituciones para cubrir las primeras necesidades, pero algunos sólo ven disturbios.