Nacido en 1948, este futbolista checoslovaco escribió su nombre en la historia deportiva al marcar un gol de penalti en un partido entre su selección y la de Alemania Federal en la final de la Eurocopa de 1976, dando así la victoria a su país. Se llegó a la tanda de penaltis después de los noventa minutos de rigor y la correspondiente prórroga y fue entonces cuando, en combate singular, Panenka se situó frente a Sepp Maier, el guardameta alemán. Se disponía el checoslovaco a lanzar el balón como se suele, fuerte y colocado, cuando se dio cuenta de que el portero había comenzado ya a tirarse esperando o intuyendo un disparo por su lado izquierdo. En ese momento, el último, el de la verdad, Panenka metió la punta de su bota bajo el balón y lanzo una vaselina por el centro de la portería, sin casi fuerza. Resumiendo, ese tiro hubiera ido directo a las manos del portero si este no se hubiera movido y además no hubiera supuesto mucha dificultad, ya que el disparo no llevaba apenas fuerza.
Como se puede ver en el vídeo, el balón acabó dentro de la portería y el campeonato fue a las manos checoslovacas, gracias a un tiro tan extraño y tan arriesgado que desde aquel momento tiene nombre propio: el penalti de Panenka.
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