"Las
marionetas siempre tienen que tratar de estar vivas", dice Adrian
Kohler de la compañía de marionetas Handspring, un grupo afamado de
actores humanos y de madera. Comenzando con la historia de la sutil
garra de una hiena, los titiriteros Kohler y Basil Jones cuentan la
historia de su último hallazgo: el muy bien logrado Joey, el Caballo de
Guerra que trota (y galopa) de manera convincente.
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