Me levanté silenciosamente y me quedé siguiendo los leves ruidos que venían de afuera, hasta ver una silueta pasando por la ventana del baño.
Como mi casa es muy segura, con rejas en las ventanas y trancas internas en las puertas, no me preocupé demasiado, pero estaba claro que no iba a dejar al ladrón ahí, contemplándolo tranquilamente.
Llamé al 112 e informé la situación y di mi dirección.
Me preguntaron si el ladrón estaba armado; de que calibre era el arma; si estaba solo; si ya estaba dentro de la casa ; etc., etc.
Aclaré que no y que de las características del arma no sabía nada.
Me dijeron que no había ningún coche para ayudar, pero que iban a mandar a alguien en el momento que fuera posible, que si pasaba algo que volviera a llamar !!!
Dos minutos después llamé nuevamente y dije con voz muy calmada:
- Hola, hace un rato llamé porque había alguien en mi jardín. No hay necesidad de que se apuren. Yo ya maté al tipo con dos cartuchazos de la escopeta de caza, que tengo guardada para estas situaciones. Y el tiro se lo pegué en el pecho !... Tiene un agujero como el Tunel del AVE y las tripas están ahora dispersas por el jardín...
Pasados menos de tres minutos, había en la calle 5 coches de la Policía; un helicóptero de Guardia Civil , el Juez de guardia, 2 patrullas de Protección Civil, un equipo de Telecinco, 6 fotógrafos y un grupo de derechos humanos, que desde luego no se perderían esto por nada del mundo.
La Policía agarró al ladrón in fraganti, quien estaba mirando todo con cara de asombro, tal vez pensando que la mía era la casa del Comisario Jefe de Policía.....
En medio del tumulto, un Picoleto se aproximó y me dijo:
- Creí que había dicho que había matado al ladrón.
Yo le contesté:
- Creí que me habían dicho que no tenían a nadie disponible para mandar.
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