
El recuento se hacía reuniendo a toda la población en el Campo de Martepara, donde se les preguntaba bajo juramento para hacer tal censo. Además, se hacía una ceremonia de purificación en la que se rociaba las cabezas de la gente con agua.
Esta ceremonia fue poco a poco tomando mayor importancia y acabó sustituyendo al propio hecho del recuento. La celebración siguió haciéndose quinquenalmente, y como el rito de purificación con agua se llama lustrum, se acabó acuñando la palabra lustro para denominar un periodo de cinco años
No hay comentarios:
Publicar un comentario