La Calculadora del Gitano
Esto es un gitano que va conduciendo y le para la policía.
- ¿Puede enseñarme el maletero por favor? -le dice el policía.
El policía se sorprende al ver que hay una pistola y le dice:
- ¿Pero que lleva ahí señor?
- Una calculadora, le contesta el gitano.
- ¡Pero no ve que es una pistola!
sigue diciendo el policía cada vez más nervioso.
Y le dice el gitano gritando:
- Pos mi primo el Richal me ha dicho que servía para ajustar cuentas.
Camareros
- Un señor entra a un bar y le dice al camarero:
¿Cuánto cuesta un café?
El camarero responde:
- 1 Euro.
- ¿Y el azúcar? Preguntó el señor.
- ¡Gratis! Respondió el camarero.
Pues ponme un kilo, por favor
Tartamudo
- ¿Cual es su nombre?
- Pepepepedro Pepeperez!
- Disculpe, ¿usted es tartamudo?
- No, mi padre era tartamudo y el del registro civil un cachondo!
tres hombres en el infierno
El Diablo les dice a tres hombres :
Les daré una oportunidad de ir al cielo. Aquel que aguante tres latigazos míos se podrá ir. Antes de los latigazos podrán ponerse lo que quieran en la espalda. ¡A ver si los aguantan!
Los hombres aceptan.
Primero el americano: Coge una enorme piedra y se la pone en la espalda y el diablo, al primer latigazo, la rompe. El americano grita desesperado:
- ¡Vale! ¡Vale! ¡Me quedo!
Después le toca al hindú, que se arrodilla sin ponerse nada. Dice el diablo asombrado:
- ¡Éste sí que tiene dos cojones! ¿No te vas a poner nada en la espalda?
- ¡Sólo necesito meditación!
- Bueno, como quieras.
Da el primer latigazo y el hindú sólo gime un poco, el segundo latigazo y el hindú tranquilo, luego el tercer latigazo y el hindú fresco como una lechuga.
Entonces dice el diablo:
- Bueno, lo prometido es deuda, te puedes ir al cielo.
- Sí, pero antes quiero ver al español, que siempre termina ganando en los chistes. Quiero ver con que sale…
El español se arrodilla y tampoco se pone nada, a lo que dice el diablo:
- ¿Tú tampoco te pones nada en la espalda?
- ¿Puedo ponerme lo que yo quiera?
- ¡Lo que quieras!
- ¡A ver hindú, maricón, ven aquí!
En la farmacia
Una mujer entra en una farmacia y se dirige al titular del establecimiento.
- Quiero comprar arsénico.
- Pero... No puedo venderle eso. ¿Cuál es la finalidad?
- Matar a mi marido.
- Peor. Para ese fin... ¡no se lo puedo vender!
...La mujer abre el bolso y le muestra una fotografía del marido follando con
la mujer del farmacéutico.
-¡ Ah!, bueno... Con receta ya es otra cosa
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