jueves, 16 de junio de 2011

Sociedad General de Fabricantes de Mesas (SGFM)

Yo fabrico una mesa a Ramoncín, él va, me la paga y se la lleva a su casa.
Un día invita a comer a sus amigos para hacerse una cena con jabugo, ostras, caviar de Beluga y otras delicatessen propias de un currante como él.


Pues bueno, ¿cómo es que sus amigos están comiendo en MI mesa, disfrutando de ella Y NO ME ESTÁN PAGANDO?.
¿Que ya la pagó en su momento Ramoncín y él hace lo que quiera con la mesa?.

¡De eso nada!.

Yo se la vendí a Él y no al gordo de Echanove que se está poniendo ciego comiendo en mi mesa.
Así que cada vez que alguien coma en una mesa y no sea éste el que la compró me tiene que pagar.


Pero espera, no solo eso, sino que el que saque beneficio económico de mi trabajo (la puta mesa), lo voy a sangrar. O sea, todos los restaurantes que me paguen 2mil € al mes por usar mis mesas. ¿Pero por qué restaurantes solo?, TODO EL MUNDO USA MESAS: las oficinas necesitan mesa para trabajar Y GANAN DINERO POR ELLO, los voy a sangrar a todos.

¿Una boda?, que paguen por las mesas, ¿NO PAGAN POR LOS LANGOSTINOS? (Ramoncín dixit).
Pero claro, hay un problema: yo antes hacía mesas, pero hace años que no hago ni una y nadie usa una mesa mia.

Pues no pasa nada, yo cobro por TODAS las mesas. Es más, por todo lo que tenga 4 patas y una tabla encima. Por si acaso, vete a saber si alguna de ellas es mia o de mis amigos de la Asosiación.


Pero da igual si esas mesas son de Ikea, YO las cobro y luego digo que el dinero se lo lleva Ikea.

¿Nadie es capaz de pararle los pies a esta gente?...

Pásalo que la gente entienda, con este ejemplo chorra, lo que nos está haciendo la SGAE a TODO el mundo que vive en este país.

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