Alucinaciones, lavados de cerebro al más puro estilo Charles Manson, violencia, sangre y zorras con las tetas al aire. Esa es la propuesta del cortometraje animada de cinco minutos The Pig Farmer, realizado por el canadiense Nick Cross y que en sus breves minutos de locura y demencia desatada propone un vistazo animado a las jugarretas de los poderes fácticos y las movidas de intereses económicos que pueden cambiar el panorama al más simple de los mortales.
Después del salto encontrarán esta “simple historia de un alma rebelde, inundada en un océano de la tragedia y remordimientos” que quizás no sea la última chupada del mate, pero a más de alguien lo dejará con una sonrisa extraña, bizarra y freak en el rostro.
Después del salto encontrarán esta “simple historia de un alma rebelde, inundada en un océano de la tragedia y remordimientos” que quizás no sea la última chupada del mate, pero a más de alguien lo dejará con una sonrisa extraña, bizarra y freak en el rostro.
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