Mapa de España en el que las autonomías más grandes son también las más pobladas
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La autonomía más grande de España es Castilla y León; la comunidad más poblada de España es Andalucía. Mover a siete millones de andaluces al frío castellano sería difícil. Casi tanto como mandar a todos los madrileños a la autonomía vecina, Castilla-La Mancha. Las Islas Baleares dejarían de ser cuatro para ser siete, al caer en las Canarias. Cataluña, en curiosa ironía histórica, acabaría en Andalucía, mientras que Madrid se llenaría de extremeños. Sólo Ceuta y Melilla permanecerían en sus lugares originales. ¿Y si en vez de reordenar el mapa autonómico lo hiciéramos con el mapa provincial?
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España queda irreconocible. Extremadura pasaría a ser, de lejos, la comunidad autónoma más poblada, al tener las dos provincias con mayor número de habitantes, Madrid y Barcelona. En Cataluña, dos de sus provincias permanecerían en el territorio catalán, Tarragona en Lérida y ésta en Barcelona. Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife seguirían siendo vecinas (en Córdoba y Jaén), pero perderían su condición insular, igual que Baleares, que sería vecina de las anteriores, y acabaría en Sevilla. Valladolid se movería un poquito sólo, hasta su vecina Palencia. La comunidad autónoma menos poblada de España sería, de lejos, el País Vasco, que contaría con las tres provincias con menos habitantes del país, Segovia, Soria y Teruel. Esta última cobraría una gran relevancia en el país, al acoger al millón largo de habitantes de la provincia de La Coruña. Palencia y Ávila cambiarían los duros y fríos inviernos castellanos por la calidez de las Islas Canarias. Las Baleares pasarían a llamarse Islas Conquenses. Ceuta y Melilla, una vez más, permanecerían intactas, al igual que Navarra (vigesimosexta provincia por población y por superficie).
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