El helicóptero avanza en el silencio de la mañana y se coloca sobre una línea de alta tensión a 30 metros de altura. A la señal del piloto, Timothy sale por la puerta lateral y se descuelga sobre los cables equipado únicamente con un traje aislante y sus herramientas. "No mires abajo, no pienses en lo lejos que está el suelo", se dice, "concéntrate en la tarea".
Su oficio es uno de los más peligrosos del mundo. Consiste en reparar las líneas eléctricas en los lugares más inaccesibles, llegar hasta el lugar remoto donde se ha producido la avería y arreglarla mientras permanece suspendido de un cable como un auténtico equilibrista.
Por cada uno de esos cables circulan miles de voltios suficientes para freír a un ser humano. "Gracias al traje", explica Timothy a lainformacion.com, "la corriente fluye a alrededor de ti, no te traspasa". El traje, nos cuenta, está compuesto en "un 25% de acero inoxidable y un 75% de nomex" (un material derivado del Kevlar) y "actúa como una jaula de Faraday". "Lo importante es no hacer tierra", asegura, "mientras no toques tierra no te afectará la corriente eléctrica".
Su oficio es uno de los más peligrosos del mundo. Consiste en reparar las líneas eléctricas en los lugares más inaccesibles, llegar hasta el lugar remoto donde se ha producido la avería y arreglarla mientras permanece suspendido de un cable como un auténtico equilibrista.
Por cada uno de esos cables circulan miles de voltios suficientes para freír a un ser humano. "Gracias al traje", explica Timothy a lainformacion.com, "la corriente fluye a alrededor de ti, no te traspasa". El traje, nos cuenta, está compuesto en "un 25% de acero inoxidable y un 75% de nomex" (un material derivado del Kevlar) y "actúa como una jaula de Faraday". "Lo importante es no hacer tierra", asegura, "mientras no toques tierra no te afectará la corriente eléctrica".
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