La fiebre por conseguir los rascacielos más altos se concentra principalmente en Asia, aunque Oriente Medio no se queda atrás y cuenta con el que pronto será el rascacielos más alto del mundo, el Kingdom Tower en la ciudad deYeda en Arabia Saudí con una imponente altura que supera los 1.000 metros.
Originalmente el proyecto de Yeda iba a ser la construcción de un rascacielos de 1.500 metros, pero resultó imposible. El primer problema con el que cuentan estas construcciones es el viento, cualquier suave brisa a nivel del suelo puede ser un auténtico vendaval en la parte alta del edificio. Una solución a este problema puede ser algo similar a la empleada en la torre Taipéi 101, en la ciudad del mismo nombre en Taiwán. Contiene un péndulo gigante en la parte superior del edificio que se mueve en sentido contrario a los vientos.
Otro de los problemas son los ascensores. Tecnológicamente los diseños empleados han llegado al límite y por el momento no hay solución, el problema radica en que cables de más de 600 metros son demasiado pesados para poderse mover con un cabestrante,
Este tipo de edificios necesitan bases de gran tamaño, otra posibilidad es un diseño similar a la torre Burj Khalifa de Dubai Con sus 828 metros. El diseño en forma de “Y” con una parte central exagonar y tres alas que le dan la estabilidad necesaria.
Por el momento hasta que estas dificultades no se soluciones, la construcción de un edificio de más de 1.000 metros de altura, seguirá siendo un sueño.
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