El Tiburón blanco, el gran depredador marino, es en la actualidad un animal en peligro de extinción. Aunque es una de las especies que menos ha evolucionado desde la prehistoria (de hecho las diferencias entre el Carcharias y el Carcharodon Megalodon prehistórico
son mínimas) nunca exceptuando los últimos años, los científicos han
procurado establecer patrones de comportamiento de este animal.
El gran blanco es una especie de tiburón lamniforme que se encuentra en las aguas de todos los océanos del mundo. Los tiburones blancos se caracterizan por su gran robustez, en contraste con las formas aplastadas que suelen lucir otros tiburones.
Su longitud varia en un adulto de 4 a 7 metros
(siendo los machos menores que las hembras), aunque se conocen casos de
individuos excepcionales que rebasaban ampliamente esas medidas. En la
actualidad es dificil encontrar un ejemplar que supere los 6 metros de longitud.
Su boca, grande y redondeada tiene forma de arco. Esta permanece casi siempre entreabierta,
dejando ver al menos una hilera de dientes de la quijada superior y una
o dos de la inferior, mientras el agua penetra en ella y sale por sus
branquias.
Sus dientes son grandes y aserrados con forma triangular. Detrás de las dos hileras de dientes principales, los tiburones blancos tienen dos o tres hileras más de dientes. Estos están en continuo crecimiento para suplir la frecuente caída.
El gran blanco se alimenta principalmente de los lobos, elefantes y leones marinos, focas y eventualmente de aves. Aunque los humanos no son parte habitual de su dieta, existen reportes de ataques de Tiburón blanco principalmente a surfistas. Algunos biólogos estiman que estos ataques se producen a la similitud de siluetas entre los que practican surf y las focas cuando uno las ve desde el fondo marino.
El gran blanco también consume carroña, especialmente la que producida por cadáveres de ballena.
Aunque se alimenta en forma solitaria, existen reportes de ataques
colectivos a una ballena. También consumen una gran cantidad de objetos
flotantes por error: en sus estómagos se ha llegado a encontrar matrículas de automóvil o neumaticos.
Los tiburones blancos se pueden observar principalmente en California, Sudáfrica y especialmente Australia. Particularmente tuve la oportunidad de verlos personalmente en Sudáfrica y en un pueblo de California llamado Santa Cruz y les puedo asegurar que inspiran respeto por sobre todas las cosas.
El Tiburón blanco no tiene depredadores naturales, solo la ballena orca
puede constituir una amenaza. El 4 de octubre de 1997 en las islas
Farallon ocurrió un ataque de una orca hembra de 6' 50 metros conocida
por los científicos como Ca2 contra un tiburón blanco,
en donde el tiburón murió. No se sabe realmente el verdadero tamaño de
aquel ejemplar debido a que quedó completamente destrozado, pero algunos
expertos suponen que se trataba de un tiburón joven.
Debido al amplio rango de distribución de esta especie, es imposible
saber el número de tiburones blancos que existen, aunque sea de forma
aproximada. No obstante, su baja densidad poblacional, unida a su escasa
tasa de reproducción, su larga infancia y su baja esperanza de vida
hacen que el tiburón blanco no sea un animal precisamente abundante.
La pesca deportiva de este tiburón, sin interés económico alguno, se
ha incrementado en los últimos 30 años debido en gran parte a la
popularidad de películas como Tiburón hasta el punto de que se la
considera amenazada o en peligro de extinción en varios lugares.
La Lista Roja de la IUCN incluyó al tiburón blanco por primera vez en 1990 como especie insuficientemente conocida, y desde 1996 lo hace como vulnerable. El II Apéndice del Convenio CITES lo incluye como especie vulnerable si no se explota racionalmente.
Ataques de Tiburón Blanco
La pelicula de Spielberg “Jaws” le dió al Tiburón blanco la erronea
fama “come hombres” pero las estadísticas reportan mas incidentes con la
especie de Tiburón Toro que con el famoso Carcharodon Carcharias.
Otras especies menores en tamaño presentan un comportamiento mucho más
agresivo para el género humano. Entre estas las que más se destacan son: tiburón tigre (galeocerdo cuvieri), mako de aleta corta (isurus oxyrynchus) y tiburón limón (negaprion brevirostris).
Más de la mitad de los ataques registrados recientemente (datos ISAF)
por tiburones blancos, ocurrieron en la Costa del Pacífico de los
EE.UU. Tan solo el estado de California se reportaron el 40% de los ataques anuales seguido por Australia con 32%, Sudáfrica con 10% y Nueva Zelanda con el cinco. Estados Unidos en su conjunto se lleva el 55% de la totalidad de ataques de tiburón blanco.
El primer ataque registrado fecha del año 1876 en Victoria, Australia.
El número de ataques ha ido creciendo notablemente a lo largo del
tiempo y en forma alarmante a partir de la década del 60 pero los
especialistas culpan del hecho a que históricamente nunca se llevó un
registro mundial de ataques hasta la década del sesenta.
Mi teoría personal es que además del último punto, ha existido un
notable incremento en las actividades acuáticas humanas y por tanto el
consiguiente aumento del riesgo de un encuentro que se convierta en un
ataque.
Las heridas generadas por ataques de tiburón blanco suelen ser siempre severas,
con anterioridad a 1950 el 90% de ataques registrados tuvo
consecuencias fatales (síntoma claro que sólo se registraban debidamente
las muertes o los ataques que resultaban en grandes heridas). Desde
1950 hasta hoy en día ese número ha variado y tan sólo el 26% de los ataques resultan mortales.
Entiendo que este "tan solo" pueda resultar de
alguna manera traumático pero ruego a los lectores que piensen cual es
la probabilidad de pararse frente a una locomotora que marcha a toda
velocidad y sobrevivir y me digan si alguien estima que es probable. Y
eso es lo que es un Carcharadon Carcharias adulto, una locomotora en el mar.
En cuanto al horario promedio en que se efectúan los ataques, se
puede afirmar que estos se dan casi con exclusividad durante el período
diurno, en particular en el rango horario existente entre las catorce y
las dieciséis horas. De hecho, dos tercios de los ataques en una
población de ciento veinticuatro ataques alrededor del mundo se han
registrado de 10,00 AM a 16,00 PM.
La relación entre los ataques de tiburón blanco y la temperatura del
agua es subjetiva. Se han registrado ataques (uno en Nueva Zelanda) con
una temperatura del agua de ocho grados centígrados hasta temperaturas
del orden de los veinticinco grados centígrados.
Sí se puede afirmar que dos tercios de los ataques son en aguas de
temperatura inferior a los veinte grados, desmitificando el hecho de que
el tiburón blanco solamente ataca en aguas cálidas. En cuanto a la
profundidad el 90% de ellos se realizan entre la superficie y los tres
metros de profundidad. El record de ataque en profundidad registrada se
dio en Japón en 1992 a veinticinco metros.
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