martes, 30 de agosto de 2011

Cómo dar malas noticias


Un señor estaba en el mejor de sus sueños, cuando suena el teléfono a las 3 de la madrugada.

¡¡¡ Ring Ring!!!!
-Alo, ¿doctor?...habla Arístides, el capataz de su hacienda.
-Hola Arístides ¿Pasó alguna cosa grave?
-No, nada serio doctor, solo quería avisarle que su lorito se murió.
-¿Mi lorito?, ¿Aquel que compre el mes pasado?

-Si patrón, ¡ese mismo!
-¡Coño que lastima!, yo que había pagado una pequeña fortuna por el. Pero... ¿De que murió?
-Comió carne podrida.
-¿Carne podrida? y... ¿Quién le dio carne podrida?
-Nadie doctor, el se la comió de uno de los caballos que estaban muertos.
-¿Caballos? ¿Qué caballos?
-Dos de sus caballos pura sangre

-Los pobres se murieron de cansancio por tener que acarrear agua de la cisterna.
-¿Y por que acarreaban agua de la cisterna?
- ¡Para apagar el fuego!
-¿Fuego?.. que fuego. ¿Dónde?
-En su casa patrón, una vela se cayo debajo de una cortina y prendió fuego a la casa.

-¿Vela?, ¿Quién encendió una vela si la casa tiene electricidad?
-Fue una de las velas usadas en el velatorio.
¿Velatorio?, ¿Cuál velatorio?
-El velatorio de su mama, patroncito. Ella llego a la madrugada sin avisar y yo le metí un balazo pensando que era un ladrón.
-¡¡¡ nnnoooooooooooooooooooooooooooooo!!!
¡¡¡ No puede ser!!!
- ¡Ya patrón no exagere! No arme tanto escándalo por un lorito de mierda.

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