Utilizando las hojas de arroz amarillas y purpuras, junto con la variedad verde tradicional, los habitantes de Inakadate crean verdaderas obras de arte agrícola. Todo esto comenzó en 1993, cuando la gente quería hacer algo espectacular para revitalizar la zona.
Los propietarios de los terrenos acordaron utilizar sus parcelas como lienzos de 15.000 metros cuadrados y, utilizando una computadora para establecer el lugar exacto en el que se plantará cada semilla de arroz, lograron crear algunas obras de arte realmente extraordinarias. Sin embargo, estas obras son invisibles desde el nivel del suelo, por lo que los curiosos deben escalar la torre del castillo para poder admirarlas.
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