Imaginaos que dais el tremendo tremendisimo paso (al menos para mí) de hacer puenting, y con el susto en el cuerpo y el corazón en la garganta, justo una milesima de segundos después vuestros amigos deciden haceros creer que la cuerda está rota.
¿Qué debería pensar ese hombre mientras caía? Su vida pasaría por delante de sus ojos, claro, hasta el momento en que algo tensa los pies y se da cuenta de que sigue vivo y cogando mientras sus amigos se descojonan.
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